Realizarán una repoblación con especies autóctonas en la ribera del Gállego

2021-12-22 recuperación ambiental

Redacción. La Confederación Hidrográfica del Ebro (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) ha iniciado una actuación de repoblación de especies autóctonas en la ribera del Gállego, en dos parcelas integradas en los montes de gestión del Organismo que suman 13 hectáreas entre Biscarrués (Huesca) y Ardisa (Zaragoza).

En total se plantarán 4.300 ejemplares de árboles autóctonos (nogales, sauces, fresnos y olmos), que cumplirán una función ambiental, con una inversión de 32.821 euros. Los trabajos han arrancado con la preparación del terreno para la plantación.

La actuación se realizará en terrenos aguas arriba del embalse de Ardisa, en una parcela de 5,45 hectáreas, en la margen izquierda del Gállego, en el término municipal de Biscarrués, y en otra parcela de 7,93 hectáreas, en la margen derecha, en el término municipal de Ardisa, donde el Organismo había realizado la corta, por motivos ambientales y sanitarios, de una chopera productiva.

La vegetación autóctona de un hábitat permite el equilibrio ambiental del mismo, previniendo la llegada y desarrollo de especies invasoras, cumpliendo asimismo una labor de prevención ante parásitos o microorganismos invasores o dañinos para el entorno, y en lo que atañe al riesgo de inundación, previniendo las avenidas o permitiendo que estas posibles crecidas del río sean menos gravosas, al mejorar las características del suelo de ribera y la capacidad de desagüe del río.

La CHE gestiona cerca de 30.000 hectáreas de monte en la cuenca del río Ebro, en su mayor parte bosques reforestados, ubicados en el entorno de embalses, barrancos y cabeceras de ríos. La gestión de estos montes de titularidad pública se lleva a cabo mediante la ejecución de inversiones de mejora y el aprovechamiento ordenado de los recursos forestales.

Ebro Sostenible

Estos trabajos responden a los ejes de gestión de la CHE por un Ebro Sostenible, en concreto a la mejora de la gestión, buscando la mayor eficiencia en los sistemas (eje 2). Los otros cuatro ejes de acción son la mejora del conocimiento (eje 1), que busca incorporar las mejores técnicas y las últimas investigaciones en la gestión de la demarcación hidrográfica del Ebro y facilitar su difusión a toda la ciudadanía; alcanzar el buen estado de las masas de agua (eje 3), con medidas para disponer de un medio hídrico y de sus ecosistemas asociados con condiciones ambientales cada vez mejores; la renovación de la visión de la dinámica fluvial (eje 4), que persigue mirar a nuestros ríos con una visión renovada que permita favorecer su recuperación ambiental y, la garantía del suministro a los usos esenciales (eje 5).

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