Redacción. La Comunidad aragonesa cuenta con tres representantes en el Consejo Estatal de Participación de la Infancia y la Adolescencia, un órgano permanente y estable de consulta, representación y de participación de las niñas, niños y adolescentes adscrito al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que se constituyó el pasado mes de diciembre. Este órgano cuenta, en total, con 34 consejeros.
Damián, de Huesca, Carlos, de Teruel y Ana, de Alpartir, son los tres representantes aragoneses, a los que hay que sumar una cuarta consejera suplente procedente de Sabiñánigo. Todos ellos forman parte bien del consejo escolar de su municipio o bien representan a una entidad en otros foros de participación.
El LAAAB (Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto) es el encargado de coordinar la estrategia Aragonesa de Participación Infantil y Adolescente, impulsando y apoyando la creación de los consejos locales y colaborando con Unicef en la promoción de la participación infantil y en la defensa de los derechos de la infancia.
El director general de Gobierno Abierto e Innovación Social, Raúl Oliván, se muestra satisfecho con la representación aragonesa en el Consejo Estatal. “Desde el Gobierno de Aragón estamos trabajando mucho en el impulso de la participación infantil y juvenil en todo el territorio. Queremos que niños y adolescentes nos muestren sus inquietudes y nos indiquen cómo quieren construir tanto el Aragón de hoy como el del futuro, su Aragón”, asegura.
Prueba de este trabajo es el convenio firmado recientemente con Unicef y que recoge, entre otras cosas, la creación de un Consejo Autonómico de Participación, que estará formado por representantes de los diferentes consejos locales de participación infantil y adolescente.
“La experiencia de los representantes aragoneses en el Consejo Estatal será importante para definir las líneas maestras del Consejo Autonómico Aragonés”, añade Raúl Oliván.
Los protagonistas
El representante oscense en el Consejo estatal es Damián. Este adolescente tiene discapacidad auditiva y pertenece a la Asociación San Francisco de Sales de Hipoacúsicos de la capital altoaragonesa, donde participa activamente en la Comisión de Infancia y Juventud defendiendo los derechos de los niños y de los jóvenes. Asimismo, es el portavoz de la asociación a la que pertenece en la Red de Infancia y Juventud de Fiapas (Confederación Española de Familias de Personas Sordas).
Damián dice que quiere “hacer llegar a los organismos del Gobierno nuestra visión como adolescentes de la sociedad y la etapa que nos está tocando vivir”. Además, como representante de su asociación, quiere “dar visibilidad a los jóvenes que como yo sufren una discapacidad y manifestar nuestras inquietudes, problemas, barreras…”.
Por su parte, para Carlos, de Teruel, formar parte del consejo Estatal de Participación es un aliciente porque considera que aporta su granito de arena “para hacer un mundo mejor”, al igual que hace en el Consejo de Teruel. En el vídeo con el que presentó su candidatura para formar parte del Consejo Estatal se compromete a “trabajar bien”, sobre todo –añade-, “representando a los niños y niñas de los pueblos y ciudades pequeñas, como Teruel, porque todos debemos tener nuestra voz propia”.
Ana, del Consejo de Alpartir, ha representado en múltiples ocasiones al alumnado de su colegio (el CEIP Ramón y Cajal), centro con numerosos reconocimientos nacionales e internacionales, Centro referente en educación en Derechos de Infancia y Ciudadanía Global para Unicef y Premio Nacional de Buenas Prácticas en el Fomento de la Convivencia Escolar del Ministerio de Educación.
En su solicitud para formar parte del Consejo Estatal aseguró que quería “aportar ideas y propuestas con las que ayudar a la infancia y adolescencia del medio rural, en temas relacionados con la igualdad de género, la educación o la protección a la infancia”, así como transmitir sus inquietudes, sobre todo, las relacionadas con el medio ambiente.
El Consejo
El Consejo Estatal de Participación de la Infancia y Adolescencia tiene como objetivo favorecer la construcción de la ciudadanía activa de las niñas, niños y adolescentes como parte de una sociedad democrática a través de un foro de participación en el que expresen libremente sus ideas y propongan medidas, defiendan el reconocimiento social de sus derechos, formulen propuestas sobre cuestiones que les afectan de ámbito estatal y se erija en portavoz e interlocutor de las niñas, niños y adolescentes ante las instituciones públicas.