Diócesis de Basbastro-Monzón llama a la corresponsabilidad para seguir siendo sostenibles y solidarios

2021-11-05 Iglesia solidaridad

Redacción. “Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo”. Es el lema de la Diócesis de Barbastro-Monzón para la celebración el próximo domingo, 7 de noviembre, del Día de la Iglesia Diocesana.

Con ocasión de este acontecimiento el Obispo, Ángel Pérez, reflexiona señalando: “Cada uno, como en una familia, aporta lo que puede: tiempo, cualidades, la oración o el donativo, por pequeño que sea, puntual o periódico. Y quiero hacer una llamada a la fidelidad, porque también tenemos que ser fieles con nuestra solidaridad”.

El Prelado añade que “gracias a la colaboración de cada integrante de esta gran familia de familias, muchas personas pueden ser acompañadas, ayudadas, recibir esperanza y reencontrarse cada día con Dios”.

En la presentación de las cifras diocesanas del año 2020, de las que el 38% se destinan al área de Caridad, el prelado ha hecho un llamamiento a la corresponsabilidad y a la primacía del proyecto común, del equipo y la transparencia. A ello apunta, ha añadido, la reestructuración diocesana emprendida, cuyo objetivo final no es otro que intentar ofrecer a cada uno de los hijos de este Alto Aragón oriental un adecuado y digno servicio pastoral, tanto humano como espiritual.

“Nosotros simplemente hacemos de canal de transmisión para que llegue a los más desheredados, a proyectos culturales… Nos sentimos corresponsables con el Alto Aragón y por eso no queremos estar no solo en las sacristías sino también en las plazas, aportando”, ha añadido don Ángel.

Parroquias sostenibles y solidarias

El ecónomo diocesano, José Huerva, ha subrayado la necesidad de conseguir que las parroquias sean, al tiempo, sostenibles y solidarias. Para ello, dijo que se está realizando un programa de reuniones del equipo de Economía y el de Comunicación con los consejos económicos de las parroquias, comenzando por el arciprestazgo del Bajo Cinca. “Parroquia por parroquia, con los seglares, hablamos de la necesidad de trabajar el sostenimiento, de cubrir los gastos y de tener un remanente”, ha señalado. Eso permite afrontar imprevistos y, sobre todo, ser solidario con parroquias pequeñas en núcleos muy poco poblados.

“Lo pone de manifiesto la labor de los 67 animadores de la comunidad que llegan allí donde nuestros presbíteros, 76, no pueden llegar cada domingo. O los 229 catequistas que se entregan a la formación de los más jóvenes y los 400 voluntarios de Cáritas Diocesana. Con ellos, todos y cada uno de los que, aún sin formar parte de una estadística, aportaron su granito de arena para que en 2020 se pudiera atender aún total de 11.111 personas en 33 centros diocesanos”, ha señalado.

José Huerva destaca que de esos centros los hay para la defensa de la familia y la vida, que ayudaron a 4.437 personas, y para mitigar la pobreza, que atendieron a 4.859. En 2020, 946 diocesanos acudieron a los centros de la Iglesia para la promoción del empleo y un centenar recibieron cuidados en casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad.

La Iglesia es la que nos acompaña en los momentos más importantes de nuestra vida. El año pasado, con la pandemia y sus limitaciones, 206 niños fueron bautizados, 415 recibieron la Primera Comunión, a 239 jóvenes se les administró la Confirmación y celebramos 35 matrimonios. Además, contamos con seis centros católicos concertados y uno privado, con 2.379 alumnos y 183 docentes.

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