Redacción. La Casa Consistorial de Huesca, tras la petición realizada desde el propio Ayuntamiento oscense, ya cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento. Así lo ha aprobado el Ejecutivo autonómico en Consejo de Gobierno.
El Ayuntamiento de Huesca es considerado un ejemplo de arquitectura civil aragonesa renacentista que conserva elementos muy singulares como dos alfarjes, el patio y la escalera renacentista, el espacio barroco correspondiente al Colegio de Santiago, la cocina altoaragonesa, la sala rosa (decorada con mobiliario isabelino) o el antiguo despacho del alcalde.
Además, cuenta con una serie de bienes muebles que también se han incluido en la declaración de BIC y que están vinculados a la actividad municipal como son, entre otros, el arca insaculatoria de los oficios, el armario archivero renacentista de Berrueta, las Juratorias de plata de 1657 sobre las que se juraban los cargos municipales o la tribuna, cadiera o sitial desde el que se impartía Justicia (realizada en 1578 por Miguel Altué).
Por otra parte, la declaración incluye también una serie de medidas de tutela por las que se establece que, a medida que surja la oportunidad, se practicarán catas, sondeos o prospecciones arqueológicas en el suelo o subsuelo del bien.
Asimismo, en el caso de las zonas reformadas (nuevas oficinas, despachos, zonas de paso y acceso o de almacenaje), las actuaciones que se precisen tenderán a documentar y dejar a la vista elementos de interés que hayan podido quedar ocultos en reformas anteriores.
Resumen histórico
La Casa Consistorial es un conjunto arquitectónico de gran relevancia histórico-artística. Su origen data de 1451, cuando se construyeron “las Casas de la Ciudad”, sede del Concejo de la ciudad de Huesca.
Desde el punto de vista histórico-artístico, la sede del Consistorio municipal presenta una estructura de palacio civil renacentista aragonés, al gusto italianizante. El núcleo original, la estructura y la fachada son renacentistas, correspondientes a los siglos XV al XVII.
El barroco dejó su impronta en el siglo XVIII, especialmente en el Colegio de Santiago. Tras la Guerra Civil, en 1944, se acometió la reforma del proyecto de Regiones Devastadas y finalmente, entre 1993 y 2002, se amplió el conjunto con nuevas construcciones.