El abandono del tratamiento de la menopausia hace 20 años ha incrementado fracturas, insomnio, sofocos, alteraciones de estado de ánimo, deterioros cognitivos y el riesgo de eventos cerebrovasculares
Una de cada cinco mujeres españolas de más de 50 años, 1,6 millones, sufre peor calidad de vida de la que disfrutaban generaciones anteriores debido al abandono de la terapia hormonal, cuyo uso ha pasado a ser casi residual. Así lo afirman los coordinadores del documento de consenso Criterios de elegibilidad para el uso de la terapia hormonal de la menopausia (THM) en mujeres con condiciones médicas, en el que han participado 21 sociedades científicas, nacionales e internacionales. Se trata del primero de estas características llevado a cabo en el mundo, y que recomienda comenzar la THM antes de los 60 años.
La menor producción de estrógenos tras la menopausia, si no se compensa con el tratamiento hormonal, provoca a una de cada cinco mujeres “síntomas que perjudican su calidad de vida, como insomnio, sofocos, bajo estado de ánimo, aumento de peso y alteración de la vida sexual; y, a medio, plazo, mayor riesgo de fracturas, accidentes cerebrovasculares e incluso tumores”, explica el doctor Nicolás Mendoza, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que ha coordinado este consenso. “Una mujer suele vivir más que un hombre, pero en peores condiciones de salud. Sin tratamiento, puede pasar un tercio de su vida con una carga de trastornos y riesgos que lastran su ámbito laboral, familiar, social, afectivo y sexual”, advierte este catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Granada.
Según una encuesta de la AEEM, solo el 4% de las mujeres sintomáticas menopáusicas y el 2,35% de las que están en la perimenopausia utilizan THM en la actualidad, frente al 20% de hace veinte años. La consecuencia es que “ha aumentado la mortalidad y las mujeres mayores de 50 años de hoy en día sufren más fracturas óseas y tienen peor calidad de vida que sus madres que fueron tratadas”, confiesa el doctor Santiago Palacios, representante de la Sociedad Internacional de la Menopausia.
20 años de hormonofobia
Como refleja el documento de consenso, todo cambió hace dos décadas: “La utilización de la Terapia Hormonal para la Menopausia (THM) disminuyó de forma trascendente a partir de la publicación de los resultados de los estudios Women’s Health Initiative (2002) y el Million Women Study (2003)”. El empleo de la THM se desplomó debido al miedo a los efectos secundarios y a la desinformación, y surgió la “hormonofobia”, reconoce el doctor Palacios.
Ni siquiera cambió con la aparición de nueva evidencia sobre sus beneficios. Como indica el documento, “basado en la mejor evidencia científica, el uso de THM en el caso de mujeres sintomáticas sin riesgos añadidos, los beneficios superan claramente a los riesgos”. Estas recomendaciones actualizadas tampoco llegaron a la mayoría los médicos, ya que, según la AEEM, “menos de la mitad de los ginecólogos y una minoría de médicos de familia cuentan con formación actualizada en tratamientos para la menopausia”.
Recuperar calidad de vida
Para devolver la confianza a la THM y que las mujeres posmenopáusicas recuperen la calidad de vida que disfrutaron generaciones anteriores, 21 sociedades científicas internacionales y nacionales han consensuado las recomendaciones del tratamiento en el documento Criterios de elegibilidad para el uso de la terapia hormonal de la menopausia (THM) en mujeres con condiciones médicas. En él afirman que la Terapia Hormonal es eficaz y segura, puede mejorar la calidad de vida y la salud sexual y evitar algunas patologías que afectan a las mujeres a partir de la menopausia, incluso prevenir la aparición de enfermedades oncológicas. El trabajo ha analizado toda la evidencia científica disponible sobre los beneficios y los riesgos asociados a la THM, con datos que han aportado todas las sociedades médicas implicadas.
“La población debe saber que la THM se emplea con el fin de aliviar los síntomas que aparecen tras la disminución de hormonas, al final de la edad fértil de las mujeres. Puede ser muy útil en la prevención activa de estos síntomas, así como para las posibles consecuencias asociadas a la menopausia, como las fracturas osteoporóticas, el deterioro cognitivo o las afecciones cardiovasculares”, afirma la doctora María Jesús Cancelo, vicepresidenta de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
“La ciencia y la investigación es lo que da validez y legitimidad a la afirmación de que la THM es saludable. Debemos desterrar otras ideas erróneas muy extendidas que no se corresponden con la evidencia científica. Este documento pretende ser una poderosa herramienta para la toma de decisiones, no solo por la paciente sino por el facultativo en el manejo de los síntomas de la menopausia”, finaliza el doctor Mendoza.
Fuente Comunicae