Redacción. Cáritas Diocesana de Barbastro-Monzón alerta de nuevas necesidades en materia de empleo, el aumento de la brecha digital en los hogares más vulnerables, de la necesidad de apoyo emocional y de ayudas de urgencia, como consecuencia de la pandemia.
En la presentación de la campaña de Navidad, el delegado y la directora diocesana, Roberto Ramón y Amparo Tierz, han señalado que otros bienes de primera necesidad (alimentación, salud, vestido o transporte) también se ven comprometidos por esta carencia. Así, frente al consumismo de estas fechas, esta sociedad digitalizada excluye a quienes no disponen de conexión suficiente o de un dispositivo conectado a la red, y de habilidades para manejarse en estas nuevas autopistas, lo que supone una pérdida de oportunidades para acceder al empleo, a educación, las ayudas públicas o las propias relaciones sociales.
Desde Cáritas Diocesana Barbastro Monzón, dentro del programa de Acogida y durante el presente año, se ha atendido a un perfil de población donde predominan cada vez más, personas que nunca antes habían acudido a nuestra entidad de nuestro territorio y familias monoparentales, con una edad media de entre los 35 y 45 años, dando cobertura a 1600 personas aproximadamente con la concesión de 5516 ayudas a fecha de hoy.
Existen muchos otros casos que se encuentran a la espera de ayudas de entidades públicas (retrasos del ingreso mínimo vital) y otros que no pueden optar a ellas. En este caso es Cáritas, junto con los Servicios Sociales comarcales de cada zona, quien cubre las lagunas.
También hay un alto número de personas latinoamericanas que presentan dificultades económicas y que se encuentran en situación irregular (30%) o asilo (20%). Finalmente, la brecha digital muestra un perfil de personas atendidas que presentan una inaccesibilidad tecnológica que les impide realizar cualquier tipo de gestión telemática y precisan de nuestro apoyo. La atención del programa de infancia y juventud ha llegado a un total de 245 menores a través de actividades para paliar la brecha digital y reforzar su educación curricular.
Servicio de apoyo emocional
La crisis sanitaria también ha supuesto un grave problema de salud pública y una gran alteración para la vida de las personas, particularmente, en las más vulnerables. Los colectivos en riesgo o exclusión social, como se ha demostrado en otras crisis, tienen mayor incidencia de desarrollar trastornos mentales o patologías variadas. Por ello, Cáritas detectó la necesidad de poner en marcha un servicio de apoyo emocional.
Esta actuación se basa en la atención de casos tanto a nivel individual como grupal, orientado a personas y familias en riesgo de exclusión social. También tiene un carácter preventivo para la detección precoz de factores de riesgo y prevención de situaciones de desprotección y de exclusión social que afectan a este perfil de población.
Uno de los asuntos más preocupantes es la precariedad laboral o la búsqueda de empleo
Cáritas apuesta por aquellos perfiles más vulnerables, y con mayor dificultad para acceder a un empleo digno. Por ello, en el programa de empleo se han atendido a un total de 444 personas en itinerarios personalizados de acompañamiento (tutorías individualizadas, sesiones grupales de elaboración de CV, búsqueda activa de empleo, etc.) orientación, prospección y formación ocupacional. El perfil que predomina son mujeres (70%) de entre 35 y 45 años, con cargas familiares, frente a un 30% de hombres, ambos con baja cualificación profesional. El porcentaje de personas insertadas ha sido de un 32,65%.
Este acompañamiento a tantas personas de la diócesis, no sería posible sin los recursos necesarios para llevarlo a cabo, por ello Cáritas invita a participar activamente en la campaña, bien en cualquiera de los actos solidarios que estos días se ponen en marcha, a través de las cuentas bancarias de Cáritas Diocesana o bien en las colectas del día de Navidad en todas las parroquias de nuestro territorio, servirá para que muchas de ellas en riesgo de exclusión y que quizá vivan al lado de nuestro portal…, tengan una vida mejor.
“Es una invitación a vivir con conciencia de pueblo, de vecindad y familia, con mirada cercana y sensible, consciente y capaz de pisar la tierra y andar los caminos de la cotidianidad de forma más amable y solidaria, más fraterna y esperanzada, participando con el resto de personas en la construcción de una comunidad que cuide y celebre el encuentro y la vida desde el amor, desde la solidaridad y la compasión que nos habita”, señala Cáritas Diocesana de Barbastro-Monzón.